miércoles, 30 de junio de 2010

LECTURA 1 GRADO 11°

Estudiantes

Deben leer el apartado sobre Colombia del informe de Human Rights Watch:

http://www.hrw.org/es/world-report-2010/colombia-0

Del informe anual de Amnistia Internacional deben leer el apartado de Colombia, que en el PDF va desde la página 149 hasta la 154:

http://thereport.amnesty.org/sites/default/files/AIR2010_ES.pdf

LECTURA 2 GRADO 11°

Acercamiento al concepto de Conflicto

Siendo el tema del conflicto un campo bastante complejo debido al continuo y profundo cambio que cruzan las sociedades contemporáneas, resulta fundamental realizar una comprensión seria y clara a la luz de la teoría y su proximidad con las realidades actuales, en tanto el conflicto constituye un factor determinante en la consolidación y producción de nuevos discursos y prácticas sociales encaminadas a resignificar las relaciones sociales. Para tal fin se hará un acercamiento a algunas definiciones y acercamientos teóricos al concepto de conflicto y su evolución en lo denominado como conflicto armado, revisando posteriormente las formas en que desde las instituciones internacionales se intenta dar solución, a dichos problemas que golpean a la sociedad en diferentes partes del globo.

Hablar de conflicto es enfrentarse con una serie de tendencias epistemológicas de diversa índole que han intentado reconocer las principales características de este fenómeno social, por lo cual, acudiendo a Rodrigo Uprimny, se exponen brevemente las formas en que se ha concebido el conflicto .

Inicialmente se habla del llamado Conflictualismo Autoritario que tiene a Thomas Hobbes como su representante, y el cual dice que la sociedad está atravesada por contradicciones y luchas muy profundas, las cuales poseen un efecto destructor para la humanidad. Entre las características de dicha percepción del conflicto están que a) debe existir un poder supremo que regule los antagonismos entre las partes en disputas, b) existe una profunda lucha por la adquisición de los recursos que entre otras cosas son escasos, c) los seres humanos viven en continua guerra de todos contra todos, d) ha de coexistir un pacto social de sumisión en donde los individuos deben delegar sus derechos a un soberano que ejerce el poder absoluto con el fin de crear estrategias de pacificación y, e) las disputas deben ser reprimidas y castigadas autoritariamente.

En segundo lugar está la Utopía Consensual de Talcott Parsons que maneja como hipótesis el hecho de que la sociedad tiene una predisposición al equilibrio por lo que el conflicto es visto como una anormalidad al interior del sistema social, así que deben construirse mecanismos de regulación de las actividades conflictivas. Sus características son: a) la sociedad es vista como un sistema autorregulado, b) existe el consenso como un mecanismo orientado a fomentar valores de convivencia básicos y, c) el conflicto es catalogado como una patología y una disfunción de la sociedad.

Luego están los enfoques liberales y pluralistas que conciben a la sociedad en términos de armonía y equilibrio en tanto existen mecanismos de ajuste social. Las características de este enfoque son: a) a pesar de la posibilidad de construir acuerdos no se niega las divergencias entre las personas, es decir los conflictos son inmanentes a las relaciones sociales, b) las disputas son vistas como una opción de crear y estimular el progreso de los seres humanos en donde los más aptos son quienes deben triunfar y, c) el conflicto contribuye a la unidad y estabilidad en tanto se corrigen los elementos perjudiciales al sistema en general.

Como cuarto se encuentra el Darwinismo Social, que cuenta con Charles Darwin como su inspirador, y con el cual se parte del carácter conflictivo de la sociedad, en donde las disputas son vistas con buenos ojos ya que contribuye al triunfo de los más adaptados y por ende al progreso social. Sus características son: a) la lucha por la preservación y el cuidado de si mismo promueve el avance y la evolución y, b) las confrontaciones no pueden ser suprimidas ni reguladas, pues ellas son las que permiten identificar a los más aptos para liderar procesos encaminados hacia el progreso y el desarrollo de la sociedad.

Finalmente Uprimny identifica los Conflictualismos Utópicos con Carlos Marx a la cabeza, en donde se entiende que los enfrentamientos constituyen el fundamento de las dinámicas sociales. La característica de esta visión es que se le atribuye a los conflictos una connotación positiva en tanto lo definen como el motor de la historia, ya que permite la superación de los antagonismos de clase y por ende se convierten en el vehiculo para contrarrestar los abusos constituidos por el sistema económico capitalista.

Teoría del conflicto de Rodrigo Uprimny

El marco teórico sobre el cual se afirma Rodrigo Uprimny para desarrollar conceptualmente el conflicto y sus componentes, está cimentado sobre la base de una perspectiva conflictualista de las relaciones sociales, en tanto reconoce la persistencia de las luchas sociales en las dinámicas colectivas de los sujetos, y por ende también las causas que dan origen a este tipo de conductas. Con Uprimny los conflictos se entienden como una posibilidad creativa de transformar el status quo vigente, por relaciones incluyentes y preventivas de las acciones beligerantes de los individuos en sus constantes pretensiones encontradas . Así mismo el conflicto puede interpretarse como una disputa que surge cuando uno o varios actores manifiestan pretensiones encontradas sobre determinados recursos. A partir de la anterior definición podemos afirmar, que en el desarrollo de un conflicto existen unos actores con unos intereses diversos que dificultan la cooperación social .

Las causas que promueven el conflicto son para Uprimny: a) Estructura Mimética de los Deseos; b) la existencia de concepciones ideológicas o culturales inconmensurables; c) la crisis ecológica que tiende a hacer irreal la perspectiva de llegar a un mundo de total abundancia para todos los seres humanos .

Contrario a las posturas autoritarias, la democracia reconoce la inevitabilidad de las disputas y en concordancia con ello busca institucionalizar y legitimar la expresión de los conflictos, pues se parte del principio de que la acumulación constante de tensiones sociales no confrontadas puede llegar a generar fuertes manifestaciones violentas que inevitablemente afectan la institucionalidad del Estado como agente regulador de la violencia legítima. En conclusión, una propuesta democrática parte de una estructura flexible para aceptar, regular y establecer una visión positiva del conflicto y que reduzca al máximo la conversión de las disputas en violencia. “La democracia debe entonces aceptar que la manifestación de los antagonismos tiene efectos globales productivos por cuanto estimulan la creatividad y el cambio en búsqueda de una sociedad mas justa” .

La teoría coactiva de la integración, encabezada por el sociólogo Ralf Dahrendorf, expone la categoría del cambio en la sociedad y la coexistencia de principios contradictorios que promueven las transformaciones, y así mismo la coacción de unos intereses en detrimento de otros; el autor insiste en que el conflicto es producto de las imperfecciones del ser humano y de las incertidumbres en el plano social, es decir; el conflicto es un elemento fundamental para pensar el cambio histórico y la evolución de la sociedad hacia realidades alternativas, lo que parafraseando a Estanislao Zuleta se enunciaría como: la finalidad de una sociedad emancipada y democrática no es eliminar el conflicto sino regularlo productivamente, pues según Estanislao la sustitución de los choques de intereses no contribuye a la construcción de una sana convivencia, por lo que ha de pensarse en la institucionalidad de las disputas a fin de que no degeneren en violencia, y por ende la aceptación de la diversidad sea el común denominador de una propuesta democrática pluralista e integradora.

A manera de conclusión, Uprimny afirma que los antagonismos pueden llegar a materializarse en expresiones violentas o destructivas. Sin embargo la puesta en escena de las disputas no debe ser suprimida sino por el contrario potenciada y regulada con el objetivo de que sea socialmente productiva. En términos de Uprimny se sugiere la conclusión de la siguiente manera: “La paz no es entonces la supresión de los conflictos sino su reconocimiento y encauzamiento, pacifico y creativo”; y según Johan Galtung el uso de la violencia es la expresión de inhabilidad para transformar de forma creativa un conflicto .

Continuando con Galtung, los conflictos se enmarcan a partir de los siguientes conceptos: situaciones, actitudes y comportamientos, las cuales conforman el denominado Triangulo de la conflictividad. Situación se define como los contextos objetivos que generan el antagonismo o la existencia de pretensiones incompatibles; las actitudes tienen que ver esencialmente con las percepciones recíprocas de las dos partes, que pueden verse como potenciales enemigos, o por el contrario pueden tener una visión más amistosa; por ultimo los comportamientos se relacionan con las acciones efectivas de los actores, que pueden ir desde la maledicencia hasta ataques bélicos masivos o, por el contrario, propuestas de acción conjunta para la explotación de los recursos .

Valga la plena aclarar que estos tres aspectos, según Galtung, pueden ser abordados desde su individualidad. Aún así guardan una estrecha relación dialéctica en la evolución y consolidación de un conflicto, por lo tanto su acción real al interior de una disputa puede generar una escalada o agudización del antagonismo, o en el peor de los casos en un ataque directo mediante el uso de la fuerza, y de esta forma se hace mucho más problemática la búsqueda de una solución negociada que garantice unos mínimos a las partes encontradas.

El triángulo analítico propuesto por Galtung supone pues la complejidad de los antagonismos entre dos o mas actores, tanto por las dimensiones que lo componen (situación, actitud, comportamientos) como por la interrelación constante entre estos tres elementos que en sí mismos instituyen diferencias profundas. Uprimny señala que es fundamental conocer de manera sistemática y ordenada la interacción de las dimensiones que conforman el conflicto puesto que con esto se garantiza, en primer lugar, evitar una cierta ingenuidad en el análisis de las disputas e insistir en la importancia de diseñar estrategias integrales para manejar y transformar los conflictos complejos y violentos. Finalmente se deben tener en cuenta elementos teóricos-metodológicos para comprender su desarrollo dinámico.

Toda esta teorización, recuerda Uprimny, tiene un componente parcial y relativo en tanto determinadas estrategias pueden ser exitosas en un contexto específico, pero no para todas las realidades y complejidades que demanda un choque de intereses. Es por ello que pensar en estrategias integrales para regular adecuadamente los conflictos, representa un reto que ha de pasar por identificar las causas objetivas que refuerzan la efervescencia colectiva, en función de la defensa de sus intereses y la no aceptación de motivaciones opuestas que están fuertemente arraigadas a las expresiones del conflicto armado.

Ahora bien, frente a esta demanda tan exigente de proponer manejos integrales de las disputas en concordancia con las tres dimensiones del conflicto propuestas por Galtung, Uprimny teoriza y pone sobre el estudio la estrategia de las Tres Erres: Resolución, Reconstrucción y Reconciliación, como una alternativa para hacer del conflicto un espacio transformativo y creativo con miras a alcanzar acuerdos comunes en la resolución de las divergencias.

Christopher Mitchells propone la siguiente periodización para interpretar las dinámicas, fases y procesos de una disputa :

 Existencia de metas incompatibles – Ausencia de conflicto por aislamiento o cooperación.
 Reconocimiento de las metas incompatibles – Conflicto incipiente
 Comportamiento conflictivo para alcanzar las metas – Conflicto manifiesto – Conflicto suprimido.

En la primera fase expuesta, las partes encontradas cooperan y tiene proyectos comunes; por consiguiente no existe litigio formalmente constituido y en muchos casos los actores no son concientes de las pretensiones que pueden generar diferencias, por lo tanto en el mediano y largo plazo es posible que surjan inconvenientes una vez los actores en conflicto interioricen la situación problema. A esta segunda fase del conflicto se le denomina incipiente según Christopher. Una vez las partes reconocen las pretensiones encontradas, el conflicto es latente. Si las partes llevan a cabo comportamientos concretos de acción, el conflicto es pues abierto o manifiesto; finalmente cuando las pretensiones son resueltas independientemente de los motivos que la causaron, el conflicto es suprimido.

La periodización en la comprensión de un conflicto resulta importante, ya que la evolución del conflicto puede modificar sustancialmente los intereses que generaron la disputa originaria. Es decir: está la tendencia a que las pretensiones se amplíen e incluyan a otros actores y por ende que la intensidad de los problemas se intensifiquen notablemente. Galtung por su parte propone otra temporalidad de los conflictos, y sugiere comprenderlos a partir de su situación: antes de la violencia, durante la violencia y después que cese la violencia, en tanto la intervención y mediación hacia la búsqueda de salidas negociadas al conflicto en cada fase adquiere connotaciones diferentes.

Uprimny hace referencia al término escalada, con el cual hace referencia principalmente a aquellos conflictos que tienden a aumentar su intensidad, y que por esta misma razón pueden confluir en prácticas coercitivas. La escalada también visibiliza la forma en que los actores en conflicto se asumen alrededor de la búsqueda para satisfacer sus propios intereses y la valorización de los recursos empleados para lograr determinados fines. La preocupación que surge frente a la materialización de la escalada en un conflicto esta directamente ligada a las limitantes que genera, en tanto promueve la agresividad y deteriora seriamente las alternativas de resolución de las disputas. Uprimny advierte la posibilidad de que a partir de la presencia de la escalada se desarrollen interpretaciones erróneas del adversario y así se fortalezcan unas conductas orientadas al resentimiento, el odio o la intolerancia que desfavorecen significativamente unas relaciones de alteridad, fundadas en el respeto y reconocimiento de la diversidad.

Conjuntamente con la escalada Uprimny analiza los costos del conflicto como un factor a tener en consideración a la hora de evaluar una disputa y sus respectivas consecuencias, en relación con los motivos originales que dieron pasó a la formación del choque de intereses. Unido a lo anterior, es de vital importancia no dejar pasar por alto el contexto histórico de la confrontación, preguntarse por las situaciones causales de las diferencias existentes, indagar respecto a las razones que permean los intereses para darle continuidad al conflicto y complejizar su dinámica.

Las fases del escalamiento son: a) Discusión: los actores tienen desacuerdos pero mantienen canales de comunicación, las percepciones del otro son adecuadas, y mantiene confianza en encontrar, por medio de la negociación, un arreglo que sea satisfactorio para ambos (relaciones de cooperación); b) Polarización: las partes se distancian, el respeto disminuye, las percepciones se distorsionan y cada uno de los actores tiende a tener una visión estereotipada del otro, a quien ve como un competidor poco confiable. Se pasa de un modelo de negociación cooperativa a uno de negociación competitiva o distributiva; b) Segregación: las partes solo se comunican para amenazarse, la hostilidad crece, y el conflicto tiende a plantearse como una lucha entre buenos y malos, pues los actores se ven como enemigos.

Teoría del conflicto de Vicenç Fisas

Luego de dicho acercamiento al concepto de conflicto desde la postura de Rodrigo Uprimny, ubicaremos los postulados de Vicenç Fisas y a partir de estos abordaremos metodológicamente el conflicto kosovar y la intervención de las Naciones Unidas en él. Así, por conflicto se entenderá cualquier proceso interactivo en un contexto determinado de antagonismo o incompatibilidad, diferente de la violencia en tanto el conflicto puede ser de carácter positivo o negativo según sea tratado, y que además afecta a las partes involucradas en sus actitudes y comportamientos .

El conflicto se diferencia de la violencia puesto que ésta se puede definir como el uso o amenaza de uso de la fuerza o de alguna potencialidad buscando de esta forma que aquella persona o colectividad sobre la cual se ejerce, haga o deje de hacer lo de de otra forma no haría o continuaría haciendo según sea el caso, o simplemente con la intención de hacer mal . Para Adela Cortina la violencia, aparte de tener como objetivo hacer daño o direccionar algún comportamiento, también tiene un carácter de transmisor de un mensaje en último recurso .

En consecuencia, la violencia puede ser una forma de abordar los conflictos, acudiendo al daño físico –inmovilizar, herir o matar –, al daño psíquico –contra la capacidad mental y emocional –, al daño estructural –siendo una forma indirecta que está anclada en las estructuras sociales –, y al daño cultural –legitimador de abusos – . De esta manera, la guerra como forma de “regular” un conflicto es para Fisas el uso de la violencia a gran escala.

Sin embargo, y pese a que el término de guerra resulta acorde a los hechos ocurridos en la región de los Balcanes que son parte fundamental del presente estudio, el presente trabajo se ceñirá a otro concepto que resulta de mayor cabida al caso. Así, más que guerra, se denominará a tal fenómeno conflicto armado, entendido este como un enfrentamiento entre grupos de diversa índole que por medio de diferentes armas o medios de destrucción, provocan más de cien victimas en un año . Antonio José Rengifo y Humberto Vergara Portela explican el conflicto armado desde la posición del DIH:

La estructura del DIH se levanta sobre dos tipos de conflictos armados: el internacional y el conflicto armado no internacional o interno. Existe conflicto armado interno cuando se dan tres condiciones: hostilidades abiertas en el territorio de un Estado, estas hostilidades se dan entre fuerzas armadas o grupos armados dotados de un mando responsable con un mínimo de organización y las acciones hostiles presentan un carácter colectivo. (…) Desafiando esa caracterización, algunos conflictos armados internos alcanzan un grado de internacionalización cuando se produce la intervención de uno o más terceros Estados que apoyan al gobierno, a las facciones rebeldes o a los grupos armados .

Un conflicto armado lleva a su vez a situaciones de tensión, es decir, polarización social y política con enfrentamientos entre grupos, lo cual altera el funcionamiento del Estado y que deriva en altos índices de destrucción, miedo, muertes y desplazamientos forzados .

Ahora bien, a la hora de entender los conflictos armados hay que hacer una serie de salvedades que permiten una clasificación de los mismos y de tal manera encontrar aquellas tipificaciones que permitan entender y abordar el caso kosovar. Estas salvedades varían en su tipo. Así, pueden ser aclaraciones de tipo histórico, es decir, de la manera en que se deben entender tales conflictos según el momento en el que ocurren; aclaraciones de orientación, en tanto cada conflicto tiene una motivación, lo cual obliga a hacer claridad al respecto; aclaraciones de procedimiento, puesto que de igual manera que cada conflicto se orienta de una u otra forma, su desarrollo es igualmente particular y, en gran medida clasificable por tipo.

En las aclaraciones de tipo histórico encontramos que durante la Guerra Fría los conflictos armados de mayor relevancia respondían a la política de contención practicada por parte de Estados Unidos y al expansionismo de la Unión Soviética, ambos en busca de consolidar sus ideologías y de sentar posiciones estratégicas. De la Guerra Fría encontramos análisis como el de Carlos Alberto Patiño Villa, quien describe este extenso periodo del siglo XX como la disputa y, a su vez, cooperación entre Estados Unidos y Unión Soviética. La Guerra Fría, dice Patiño, es entendida como el enfrentamiento entre el liberalismo y el socialismo, pero se caracterizó por el realismo bipolar que significó simplicidad a la hora de ejercer el liderazgo por parte de cada una de las dos superpotencias enfrentadas, lo que generó gran estabilidad en cada bloque, afianzado además por el control del armamento nuclear a manos de las dos potencias y, como complemento de lo anteriormente dicho, la confrontación indirecta por medio de terceras fuerzas .

Por supuesto que el final de la Guerra Fría traería consigo una serie de cambios respecto al desarrollo de los conflictos armados. O mejor, más que los cambios en los motivos de los conflictos, lo que cambió fue la mirada sobre los mismos, primero al desactivarse la gran mayoría de mecanismos de tensión relacionados con la disputa geopolítica de las dos grandes potencias, y segundo, al hacerse notorias tensiones que la misma Guerra Fría había logrado invisibilizar. Esto explica que desde los años noventas los conflictos armados cambien sus características en tanto ahora la gran mayoría son de tipo intraestatal y ya no entre estados. Según datos de Fisas, entre 1989 y 2002 se contabilizaron 116 conflictos armados en el mundo, de los cuales el 94% han sido de tipo intraestatal y el restante 4% entre estados, y de esos 116, el 42% tenían mas de 20 años de antigüedad .

Vicenç Fisas analiza el fin de siglo y dice que con las características más relevantes a su parecer, es decir, con la globalización económica y la fragmentación geopolítica, se comienza una búsqueda de autonomía y afirmación de aquellas identidades que se han visto amenazadas o subvaloradas. Las transformaciones más importantes que Fisas encuentra en el final del siglo XX en el plano internacional refieren a un sistema mundial que ha pasado de lo diplomático y estratégico a lo económico, lo científico y lo técnico, viéndose un mundo profundamente fragmentado, heterogéneo y complejo, sin una estructuración o integración a nivel político . Los conflictos, asegura Fisas, se ven afectados por tales circunstancias y ahondados por los problemas de concentración de la riqueza que hacen que algunos estados vivan de la caridad internacional o de la asistencia social .

Uno de los grandes problemas en todo conflicto armado es el de las víctimas civiles que se ven involucradas en los enfrentamientos. Para la época de la posguerra fría las principales víctimas de los conflictos han sido de la población civil. Los conflictos internos producen una masa enorme de desplazados y refugiados, difíciles de gestionar por parte de los estados, las instituciones supraestatales y las ONGs debido a su magnitud .

Ahora bien, siguiendo con las aclaraciones de orientación y luego del contexto histórico anteriormente referenciado, se puede decir que en la década del noventa afloraron conflictos de carácter étnico, confesional y social que si bien ya eran existentes, con los procesos de descolonización y de distanciamiento con las grandes potencias, se exacerbaron. La posguerra fría muestra una disminución considerable de las guerras, aunque los conflictos menores o intermedios siguieron imperando. Dice Fisas que los nuevos conflictos llevan en gran numero una carga identitaria muy fuerte. El telón de fondo que impulsa los nuevos conflictos es, en el más de los casos, el debate sobre la autonomía, cuando no de la independencia.

Para ubicar teóricamente, se dirá que los conflictos son ahora mayormente de carácter local, caracterizados por la influencia determinante de los factores internos y donde la fragmentación, es decir, la aparición de nuevos estados en busca de su identidad y su reconocimiento, es determinante . A esto se le suma la definición de conflicto étnico, entendido como la expresión de la lucha por la identidad y la seguridad en comunidades que se encuentran divididas por fronteras artificiales o que viven en espacios geográficos donde son minoría. Estos conflictos esconden guerras civiles asociadas a crisis económicas, al debilitamiento del Estado, al aumento de tensiones ecológicas, a la inseguridad alimentaria, la pérdida de libertades políticas, entre otros factores promotores del alzamiento en armas.

A estos conflictos se han aplicado ayudas humanitarias, las cuales son para el autor opio político para gestionar conflictos sin compromisos políticos reales . Además existe un serio problema debido a las condiciones manipulables de las poblaciones que habitan las zonas de conflicto étnico por parte de lideres populistas y demagogos, apoyados por algunos países industrializados interesados en el devenir de los conflictos .

Siguiendo con Fisas, encontramos una serie de referencias documentales sobre los conflictos de identidad. Comenzando se encuentra el Project Ploughshares que asegura que el 40% de los conflictos en los últimos años se han dado por la formación de nuevos Estados dentro de otros, que luchan por lograr una mayor autonomía o una secesión. Así, la etnicidad, la identidad comunitaria y la religión juegan un papel de suma relevancia en dichos conflictos . Por otra parte, Mohamed Sahnoun dice que tales crisis se producen por el fracaso de los Estados a la hora de integrar las diferencias étnicas o religiosas al momento de su creación. Esto lo que demuestra es la ausencia de unificación nacional y de liderazgo claro .

Las formas de abordar los conflictos anteriormente referenciados se encuentran expresadas en los trabajos del profesor Fisas, de tal manera que se recurrirá a sus aportes para entender las medidas que se asumen para resolver los enfrentamientos. Citando a Luc Reychler, Fisas nos dice que lo primero para entender un conflicto armado debe ser un diagnóstico, que tendría los siguientes elementos: a) actores involucrados; b) litigios; c) estructura de oportunidad de solución; d) interacción estratégica; e) dinámica del conflicto.

LECTURA 2 GRADO 10°

EL ORIGEN DEL PODER DE OCCIDENTE. ESTADO, GUERRA Y ORDEN INTERNACIONAL

Carlos Alberto Patiño Villa
Siglo del hombre editores, Bogotá, 2005.

El orden internacional, entendido éste como la forma en que los Estados disponen mecanismos de poder, reconocimiento político y parámetros de acción institucional para gobernarse como sistema internacional, necesariamente requiere el entendimiento del papel que en su consolidación juegan el Estado y la Guerra, y que son, según Carlos Alberto Patiño Villa en su libro El Origen del Poder de Occidente, los grandes estandartes del proceso histórico que consolida a occidente como el bastión del mundo hasta bien entrado el siglo XX. El Estado por ser la institución por el cual y para la cual se dan las diferentes formas de orden internacional, y la guerra por el hecho de que el resultado de su aparición en el escenario mundial produce modelos de orden internacional que involucran poderes internacionales. Así, no cabe duda que el libro que a continuación se presenta resulta ser un trabajo pertinente para todo aquel que se propone entender el curso histórico de consolidación del Estado moderno, su puesta en escena en un contexto internacional de particulares características que se expondrán mas adelante y el momento actual que vive la más importante institución social desde el siglo XVII, si no antes.

El objetivo de Patiño en este libro es proponer una explicación de la formación de los Estados modernos como una creación propia de occidente, además de entender cómo esto, junto con el “individuo”, configuró el curso del siglo XX y la mayoría de ideas e instituciones políticas que gobiernan . Pero, ¿cómo encontramos la definición de Estado en este texto? Capítulos más adelante Carlos Patiño habla del Estado como la institucionalización de las decisiones políticas por medio de la coerción para controlar los recursos y las actividades, eliminando competencias internas y externas y consolidando su dirección de la sociedad y la economía por medio de la coerción capitalizada, lo cual se explicará más adelante. Así, tiene el control y monopolio de la violencia, además del control político de la sociedad al dirimir conflictos de forma justa y sin afectar a los individuos.

Ahora bien, Patiño comienza su libro presentando las diferentes formas de consolidación del Estado europeo, retomando las tres categorías de Charles Tilly sobre el Estado: el primero con énfasis en coerción – que utiliza la fuerza militar en disputas con otros Estados y en conquistas de nuevos territorios beneficiosos para sus intereses, caracterizados por contar con unas ciudades menos desarrolladas y con economías rezagadas que hacían necesario un mayor aparato coercitivo-; el segundo con énfasis en capital – basado en ciudades-Estado, con una estructura política que se mantenía por el flujo de dinero y donde la fuerza era alquilada- y por ultimo el Estado de coerción capitalizada – donde se da una relación de impuestos y reinversión de los mismos en fuerzas armadas e infraestructura con fines militares o económicos según el caso-. Sin embargo, la historia del Estado europeo no resulta ser tan mecánica como se muestra en la anterior síntesis.

El estado y sus enemigos

El Estado enfrentó una serie de “obstáculos” que se le fueron presentando a lo largo de los primeros siglos del milenio que delimita Tilly y que fueron superados para la final consolidación del Estado moderno occidental como institución reguladora y protectora de quienes habitaban su territorio de control. Su primer escollo fue la Iglesia, la cual ostentaba la legitimidad que el Estado pretendía. La solución a este problema estuvo inicialmente en manos de la reforma protestante, conveniente en gran medida a los monarcas, pues permitió que la relación entre los gobernantes y los gobernados fuera mas estrecha y que estos últimos reconocieran al monarca como el poder legitimo por encima del Papa. A este proceso de escisión se le conocería como secularización, y derivaría en la consolidación de una soberanía monárquica, lo cual implica que ningún otro monarca ni la iglesia podía contradecir las desiciones del gobernante.

El segundo contratiempo resulta ser la figura del imperio, que desde tiempos de Carlomagno, e incluso mucho antes, fue una figura de poder formal con un costo altísimo, que pretendía el dominio global y que era apoyada por el papado, pues reunía toda la cristiandad. Pero el pueblo tiene claro su sometimiento a los reinos individuales locales, lo que genera un protonacionalismo y una primigenia idea de patria. El problema se salda, según Patiño, luego de la Paz de Westfalia en 1648, donde Europa se organiza sobre un orden creado por Estados y para Estados con monarcas como jefes de los mismos, lo cual rompe las jerarquías feudales aun existentes y obsoletas para entonces.

Finalmente encontrados en Patiño los llamados enemigos internos del Estado, que son la nobleza –producto de las estructuras jerárquicas feudales– y las ciudades –“independentistas” –. En la nobleza encontramos el más enconado enemigo de la centralización estatal junto con las ciudades, evitando la integración territorial y disputando con el rey el número de propiedades, personas a su servicio e ingresos. Así, la justicia recaía en sus manos, además de aprovechar la elaboración de parlamentos que tenían la particularidad de evitar la cohesión del Estado. Mientras tanto las ciudades eran cuerpos corporativos y espacios de libertad individual, autonomías y sin presiones políticas externas. Según Patiño las ciudades se convirtieron en objetivo de guerra para el Estado luego de su ascenso económico y militar, promoviendo campañas de integración en sus territorios de dominio, lo cual logro modificar al Estado pues cambio la idea de sus habitantes que pasaron a ser ciudadanos con unos derechos propios. Así pues, términos como secularización y soberanía, particularismo, centralización y derechos ciudadanos, acompañaron el proceso de consolidación del Estado al ir superando cada obstáculo que se anteponía en el camino hacia el afianzamiento de su poder.

Estado, Guerra y Orden Internacional

Sin duda aquello que caracteriza el curso histórico del Estado y que resulta ser uno de los determinantes más importantes de su consolidación, si no el más, es la guerra. La guerra esta regida por el interés del Estado en mantener la estabilidad política, derrotar los enemigos internos y externos, además de impedir el uso de violencia por parte de civiles. Así, la coerción, recordando a Tilly, funciona para conseguir acatamiento, dinero, placeres y demás, lo cual no se logra simplemente con la práctica discursiva, con el poder de la palabra. Pero la guerra reconfigura todo el aparato estatal, pues genera en primer lugar la profesionalización de las fuerzas militares con dirección del mismo Estado, además de la diferenciación de sus funciones externas, propias del ejercito, e internas, propias de la policía; en segundo lugar, deriva en la institucionalización del Estado mismo, logrando involucrar todas las esferas de la vida de sus habitantes; en tercer lugar, trae consigo nuevas formas de orden político internacional; y finalmente, pero no menos importante, genera nuevas formas de recaudación de impuestos y administración de recursos para la guerra por medio de la creación de nuevas instituciones como las tesorerías, además de su nuevo papel como administrador de justicia.

Otras características de la guerra y de las consecuencias que ésta trae al Estado son: mejora en los sistemas financieros y contables para una más efectiva reinversión del capital estatal – gasto fiscal–; mejoras tecnológicas y, por consiguiente, industrialización, lo cual se manifiesta, por un lado, en avances armamentísticos desequilibrantes a la hora de un enfrentamiento interestatal, y por otro, la mejora del nivel educativo, de la ciencia, la investigación y la generación de universidades; cambio del significado de la guerra y de sus objetivos en busca de beneficios, además de una nueva forma de hacerla, al aparecer la estrategia y la táctica militar como una “metodología” del ejercicio bélico. Finalmente podemos decir que la guerra en el ámbito internacional logra una recomposición del poder por las rupturas y recomposiciones que de ella derivan, alterando el orden internacional por medio de tratados, reglas jurídicas, procedimientos y otros mecanismos que hacen de la guerra el momento más importante de construcción de orden internacional para Patiño.

El orden internacional se caracteriza por la gobernabilidad convenida entre un grupo de Estados incluyendo sus reglas básicas, principios e instituciones. Patiño recurre a John Ikenberry para tipificar los modelos de orden internacional, iniciando por el balance de poder, basado en el principio de anarquía, donde no hay autoridad política, los Estados no tienen posiciones fijas y los principios jerárquicos de poder se hallan en disputa. Así, la soberanía de cada Estado se enfrenta a las jerarquías internacionales, por lo cual el balance de poder se hace necesario para que cada estado mantenga su objetivo de seguridad, y por lo tanto cualquier movimiento en las posiciones relativas de poder afectará a cada Estado, lo que hace necesarias las alianzas entre Estados débiles y fuertes. Por otro lado está el orden internacional hegemónico, basado en jerarquías estatales. Así, este modelo se caracteriza por su verticalidad, por la superioridad entre Estados y la subordinación política. El uso de los mecanismos de coerción tiene un papel principal, y la competencia en el plano internacional es característica. Finalmente encontramos el orden institucional, que se basa en la posibilidad de lograr acuerdos basados en instituciones políticas y legales que asignen derechos y limites en el uso del poder de cada Estado. Los Estados más fuertes y que lideran las relaciones internacionales son constreñidos por instituciones fuertes y acuerdos obligatorios .

Burocracia, impuestos y monopolio de la violencia

El Estado no se mantiene únicamente como una institución encargada de hacer la guerra. Requiere e impone además un orden interno que no se entiende únicamente en términos bélicos, sino administrativos también. Para ello existe la burocracia, la cual se entiende en función de racionalizar la administración de los recursos además de acumular la información necesaria para el buen funcionamiento del aparato estatal – información escrita sobre la población gobernada y sobre los territorios, fronteras, recursos, geografía, economía, etc. La burocracia llega al punto de convertirse en una razón política y de Estado en si misma, justificándose por si sola y mostrándose necesaria para el desempeño adecuado del Estado.

Por otro lado, la planificación de las ciudades y la expansión territorial hace necesaria la inversión en infraestructura, en conocimiento geográfico (además de la ya mencionada necesidad de ampliar el conocimiento científico-técnico) y en el censo de habitantes. Con ello y para ello aparece la recaudación de impuestos unificados y nacionales, con lo cual se logra la mantenencia del Estado, sus funcionarios, sus fuerzas militares y la infraestructura. Los impuestos se dividen en dos tipos, a saber: impuestos indirectos e impuestos directos. Los primeros se cobran sobre las actividades económicas que realizan los individuos, es decir, sobre los intercambios de mercancías y las transacciones. El segundo tipo de impuestos, los directos, son cobrados a los individuos particulares, y se dividen en impuestos sobre capitación, impuestos sobre territorio, impuestos sobre la renta personal e impuestos sobre la renta empresarial.

Carlos Patiño también habla sobre el proceso de consolidación de la conocida definición weberiana del Estado, en la cual se dice que el Estado controla y ejerce la violencia en un territorio definido y la hace legitima, lo cual es propio del Estado-nación moderno, racional y occidental, pero además también es propio del sistema internacional al cual pertenece. Ante esta labor estatal se encuentran dos posturas: la primera de Martín Van Creveld y Geoffrey Parker, donde se entiende este proceso por medio de la creación de un marco legal que regule el ejercicio violento, como el DIH y sus respectivos antecedentes; la segunda es de Janice Thomson y se caracteriza por explicar al Estado-Nación en su papel de eliminación de la violencia no estatal, es decir, a los corsarios, mercenarios y compañías comerciales.

El individuo y el Estado: una mirada filosófica

El individuo caracteriza la civilización occidental. Su aparición engendra la secularización además de la interiorización y manifestación de valores como la libertad, el bienestar y el libre albedrío. El individuo es un ser único, irrepetible, con derechos específicos, pensante y que adquiere valores y existencia política en una sociedad, además de que establece compromisos que dan pie a construcciones institucionales.

Así, Patiño nos muestra las ideas que filósofos como Platón, Agustín, Descartes y Locke hacen sobre el individuo, y como su característica es el uso de la razón, que los hace dignos y diferentes de los animales. Además nos muestra la percepción que sobre esto tiene la reforma, con su tendencia individualista radical propia de los puritanos. Estos últimos no aceptaban la idea de la mediación entre Dios y el hombre pues aseguraban que el conocimiento de las escrituras bíblicas debía ser particular, así como el proyecto de vida, pues se entiende que el hombre se salva solo, el no salva al mundo y viceversa. Así, el individuo se separa también de la sociedad en un proceso que han llamado atomismo.

Así pues, las sociedades protestantes sufren un cambio de concepción de la vida cotidiana, pues la familia, el amor filial y/o conyugal, el trabajo y la propiedad privada son ahora los baluartes, y el futuro esta en manos de cada ser y su trabajo, su capacidad productiva deparará en destino de las vidas, lo cual resignifica lo que entendemos por libertad. La mentalidad liberal entra en escena y con ella el comercio, como expresión de igualdad en la competencia, resulta más relevante que la guerra, lo que recuerda a la Gran Bretaña del siglo XIX referida por Paul Kennedy, la cual concentró sus energías en el desarrollo comercial e industrial disminuyendo su capacidad militar.

Es este individuo al cual el Estado tiene el deber de proteger. El Estado se constituye en la institución central que protege individuos, es decir, ciudadanos, y adquiere la forma que estos le otorgan . La ciudadanía se otorga como un reconocimiento explicito a los miembros de una sociedad con responsabilidades políticas, sociales, económicas y militares. Es relevante en este punto entender a Hobbes y su Leviatán. Para Hobbes el Estado es una entidad abstracta separada del gobernante – el cual asume su poder, y de los gobernados – quienes transfieren sus poderes y derechos por medio de un contrato. Así, el Estado resulta del pacto entre los ciudadanos para abandonar el estado de naturaleza y regirse por la ley y el derecho administrado, junto con la violencia, por el soberano.

Siglo XX: triunfo del Estado moderno. Siglo XXI: incógnitas y retos

El siglo XX no fue otra cosa que el periodo histórico de consolidación del Estado occidental moderno como la institución prima en todo el globo . La economía mundial y el orden internacional se basaron en el modelo de Estado moderno, con todo lo que ello implica: secularidad, laicismo, soberanía, poder militar, relaciones internacionales, democracia, ciudadanía y libertad individual.

El fin de la primera guerra mundial en el año de 1919 significó la creación de un nuevo mapa mundial, el castigo a la beligerante Alemania y la creación de una primer estructura institucional internacional: la Sociedad de Naciones . Además dejo al planeta en una situación de anarquía generalizada que hizo necesario el uso de tratados inviolables, so pena de castigo. Así, la fundación de la Liga de las Naciones propuesta por el gobierno norteamericano en cabeza de Woodrow Wilson – pese a no participar de ella– tenia una pretensión de paz en términos morales, derivando de allí su percepción y aplicación de justicia. Pero más que ello, lo que resulta relevante de la Liga de las Naciones y del Tratado de Versalles para Carlos Patiño es la configuración de un mundo de estados democráticos y nacionales, regidos por un orden internacional constitucional, con un papel importante de las relaciones diplomáticas y la participación de los países en las desiciones, además de la solución pacifica de los conflictos por medio de tribunales de arbitramento y justicia.

Con todo, la estabilidad no imperó luego de la Liga de las Naciones y la segunda guerra mundial no demoró en detonar . De su final se derivaron dos caras para el mundo: la primera de carácter formal, donde se crea un nuevo orden mundial institucionalizado de formulación constitucional para el gobierno mundial supraestatal: la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La segunda cara es la informal, caracterizada por los mecanismos de disputa y cooperación entre Estados Unidos y Unión Soviética, y que conocemos con el nombre de Guerra Fría. Esta última es entendida como el enfrentamiento entre el liberalismo y el socialismo, pero se caracterizó por el realismo bipolar que significó simplicidad a la hora de ejercer el liderazgo por parte de cada una de las dos superpotencias enfrentadas, lo que generó gran estabilidad en cada bloque, afianzado además por el control del armamento nuclear a manos de las dos potencias y la confrontación indirecta por medio de terceras fuerzas.

Pero el fin de la Guerra Fría, es decir, la caída de la Unión Soviética en el proceso conocido como la perestroika y el derrumbe del muro de Berlín, por ende el supuesto triunfo de los valores liberales con su renacimiento denominado neoliberalismo y un proceso de globalización económica, en últimas, el aparente triunfo de los valores modernos y occidentales en cabeza de Norteamérica, se enfrenta a nuevos retos desde finales del siglo XX y en pleno comienzo del siglo XXI, retos que proceden de otras latitudes que nunca antes resultaron ser una amenaza latente para occidente. Los nuevos tráficos ilegales y sobre todo la reinterpretación religiosa del orden político y social ha provocado, según Patiño, un desplazamiento lento de la primacía internacional en occidente. Nuevas fuerzas como el islamismo ponen en una difícil situación a los países de Europa y a Estados Unidos.

El primero de los retos, el tráfico ilegal, burla los controles norteamericanos para el desmantelamiento de armamento nuclear, y pone en tela de juicio el papel de los estadounidenses como garantes de la seguridad internacional, eso sin descontar a la OTAN en este importante rol. El segundo de los desafíos es el fundamentalismo y nacionalismo religiosos, con un ejemplo claro como es el de Al-Qaeda y sus atentados del 11 de septiembre de 2001 en New York, pero aclarando que no es el único, pues se suele cometer el error de asociar este segundo desafío exclusivamente con el islamismo radical y se olvidan casos como el yugoslavo o el irlandés. Este último punto deja muy claro que el problema reside en afrontar los problemas no occidentales con lógicas occidentales, lo cual deja abierta la necesidad de cambia la mentalidad del presente momento así como fue posible el cambio de mentalidad luego de la reforma y el Laissez-faire.

Un nuevo fenómeno que se está presentando en la actualidad es el cambio lento y progresivo del centro gravitacional de la economía, antes localizado claramente en Estados Unidos – desde 1980 Norteamérica ha estado a la cabeza de la tercera revolución industrial, es decir, la producción, distribución y ampliación de información, lo cual generaba empleos dependientes de la economía de servicios y de la producción de nuevo armamento– y que se ha venido desplazando al continente asiático – China, Japón, India, Rusia en proceso de recuperación, además de los altos índices demográficos que estos países ostentan– y hacia la nunca desestimable Unión Europea.

Así, finamente encontramos los nuevos retos académicos que Patiño encuentra luego de entender estas recientes condiciones del panorama mundial. La globalización y su difusión de la tercera revolución industrial, el debate entre liberalismo y comunitarismo, las teorías de la justicia como el caso de Rawls y el orden capitalista, el imperio norteamericano, el renacer socialista, las nuevas formas de imperialismo y de resistencia popular son, para el autor, algunas de las grandes temáticas que estarán en boga a partir de los nuevos tiempos de reconfiguración del Estado y el orden internacional. Tiempos y cambios que han comenzado a contar hace ya algunos años y que resultan ser el obstáculo más grande a superar por parte del hemisferio occidental del planeta.


BIBLIOGRAFIA

HOBSBAWM, ERIC. Historia del siglo XX.

KENNEDY, PAUL. Auge y caída de las grandes potencias. Editorial Debolsillo, España, 2004

PATIÑO VILLA, CARLOS ALBERTO. El origen del poder de Occidente Estado, guerra y orden internacional, Siglo del hombre editores, Bogotá, 2005.

TILLY, CHARLES Coercion, Capital Y Los Estados Europeos: 990-1990. Alianza Editorial S.A.

LECTURA 1 GRADO 10°

LA ERA DE LA INFORMACIÓN

Manuel Castells

Siglo veintiuno editores, México D.F., 2002.

Manuel Castells (Hellín, España - 1942), sociólogo y profesor universitario español, logra en su libro La era de la información aproximarse a los cambios mundiales propios de la época de posguerra fría, si no desde antes, caracterizados en su análisis por no limitarse únicamente a cambios de tipo político o económico sino, además, de cambios tecnológicos que permean los otros ya mencionados. Es decir, hay una serie de procesos históricos de cambio tecnológico, económico e inclusive cultural en el plano internacional que se hacen presentes en cada sociedad del mundo.

La era de la cual habla Castells es la era de las revoluciones tecnológicas mas importantes de la historia, puesto que dicha tecnología se centra en la comunicación y en la información, lo cual afecta el conjunto de la humanidad. Si bien dicha revolución tecnológica no determina el cambio histórico contemporáneo, si amplifica y hace viables procesos sociales, económicos, culturales y políticos que hoy por hoy no se entenderían sin la tecnología actual.

Claro está que el avance tecnológico sin precedentes del cual somos testigos no desconoce su carácter capitalista, pues responde a la lógica de aumentar los márgenes de dividendos de forma muy acelerada, lo cual lleva a decir la economía mundial hoy en día es mas capitalista que nunca, pues ningún país se haya exento de su dinámica. Ahora, la economía actual se puede caracterizar de tres maneras: es una economía informacional, una economía en redes y sobre todo, una economía globalizada.

Por economía informacional se entiende la capacidad de adquirir conocimiento y de procesar información en miras de un proceso más competitivo y productivo. Como consecuencia, la infraestructura tecnológica se convierte en punto prioritario a la hora de producir riqueza para las empresas. Esto, si se mira desde el campo de la educación, significa un incremento de la misma, pero adaptada al nuevo tipo de producción basado en el conocimiento. Ahora bien, el problema de este carácter informacional de la economía es la desigual distribución del conocimiento y de la infraestructura tecnológica a escala planetaria, lo cual genera grandes inequidades que claramente se pueden ver si se compara el llamado primer mundo con el tercero.

Referente a la economía y su funcionamiento en redes, Castells dice que son cada vez más las empresas y organizaciones que funcionan en su práctica cotidiana en redes de relación interna. Las grandes empresas se descentralizan y brindan una mayor autonomía a sus departamentos o divisiones, y las pequeñas y medianas empresas se asocian en redes que les permiten desarrollar aquello que por si solas no lograrían. Estas a su vez trabajan para las grandes empresas insertándose en sus redes internas. Y finalmente las grandes empresas hacen asociaciones o alianzas estratégicas en determinados momentos, por un tiempo determinado y por ciertos productos, lo cual hace que la competencia ahora no sea por medio de los oligopolios tradicionales, sino a través de estas alianzas momentáneas, sin importar si generan una competencia a muerte con el mismo socio por otro producto. Así, la unidad económica ahora es el proyecto y no la empresa. Esto significa que estamos frente a una economía de gran flexibilidad donde el capital esta centralizado pero su gestión y ejecución esta descentralizada y en red. Así, los oligopolios actuales invierten en empresas en red que funcionan descentralizadamente, de forma flexible, y adaptadas a las variaciones del mercado mundial.

La economía global se explica por las actividades que son estratégicamente centrales y tienen un centro globalizado puesto que funcionan como unidad en todo el planeta cotidianamente. La actividad de mayor importancia en este sentido es la financiera, pues si bien no todos los mercados financieros son globales, si están todos articulados de alguna manera a un mercado financiero global. Además se encuentran globalizados la ciencia, la tecnología, los medios de comunicación reunidos en grandes conglomerados mundiales, el trabajo altamente especializado, entre otros. Lo que impera en este sistema es el momento: se articula al sistema lo que vale y se desarticula lo que no, se entra en el mercado si se tiene posibilidad solvente, y se sale cuando se devalúa la oferta.

Si nos detenemos a revisar los mercados financieros encontramos que la desregularización y la liberación de los mismos no es solo una decisión económica o tecnológica sino además política, pues son los Estados los que determinan el libre flujo de capitales en el planeta. Y es que a la hora de que un Estado permita la apertura de su mercado, es prácticamente imposible retener el capital de forma controlada, obligando al resto de países a participar de este proceso global. Así, resulta ser un mercado especulativo en tanto los precios de los productos suben y bajan, determinando de esta forma la rentabilidad de las inversiones y por tanto de la economía. Ahora, los mercados financieros se encuentran interconectados primero porque sus productos toman valores de distintos países y de tal forma suben y bajan en función de lo que ocurra con un producto determinado en un país especifico; segundo, porque la tecnología permite el movimiento de grandes masas de capital en cuestión de segundos sin control alguno; tercero, porque existe un proceso de certificación financiera donde empresas especializadas suben o bajan países o empresas según el comportamiento del mercado mundial.

Ahora hablaré del trabajo, aclarando que, contrario a lo que algunos marxistas proyectaban diciendo que la tecnología de la economía capitalista acabaría con el trabajo, desplazando a los hombres por maquinas automáticas que no devengarían salario alguno, Castells dice que este sistema no sufrirá de la destrucción del empleo, diciendo que más que lo anterior, el problema son las condiciones de trabajo, de salario y de explotación. Así, las regiones y países con más altos índices de desempleo son las menos tecnológicas. Además, y continuando con las condiciones del empleo, los cambios que se han presentado en este sentido son de flexibilización del trabajo y la finalización del empleo estable o de larga duración.

Finalmente encontramos al Estado como el gran perdedor en estas dinámicas, pues es cada vez más incapaz de gestionar las dimensiones claves de la economía y la sociedad. A esta crisis se le suma la deslegitimación política de las instituciones gubernamentales, perdiendo la representatividad de sus ciudadanos. Los Estados reaccionan entonces en el intento de poseer algún poder de negociación con los flujos globales, organizando alianzas e instituciones supranacionales como la Unión Europea, las Naciones Unidad, la OTAN, organizaciones medioambientales, de derechos humanos, entre otras. Así, los Estados ceden soberanía por algo de control.

Discusiones sobre el Bicentenario Grados 10° y 11° Liceo Colombia

Algunos apartes de las discusiones previas al Foro Local Suba del Bicentenario dadas en los grados 10° y 11°.

http://www.youtube.com/watch?v=KHviSLTpvJ4
http://www.youtube.com/watch?v=m5hUd8QvTVg
http://www.youtube.com/watch?v=UB6U5R5FXCY
http://www.youtube.com/watch?v=06EXdzLmHic

El Liceo Colombia en el Foro Local de Suba sobre el Bicentenario






Colegios, a reflexionar sobre Bicentenario y la enseñanza- aprendizaje de las Ciencias Sociales
Tomado de: http://cadel.redp.edu.co/sedlocal1/index.php?option=com_content&view=article&id=57:colegios-a-reflexionar-sobre-bicentenario-y-la-ensenanza-aprendizaje-de-las-ciencias-sociales&catid=27:morral-de-noticias&Itemid=112

Entrevista con Jorge Alfonso Verdugo Rodríguez, director de Participación y Relaciones Interinstitucionales de la SED.

La Dirección de Participación y Relaciones Interinstitucionales de la Secretaría de Educación Distrital, es el área que lidera la realización del Foro Educativo 2010: El colegio hace memoria y construye futuro. Su director, Jorge Alfonso Verdugo Rodríguez, nos explica a través de esta entrevista, por qué el foro educativo va más allá del Bicentenario y cuál es la importancia de este proceso participativo en los colegios distritales. Conozca cuáles son las recomendaciones para que los foros institucionales sean un éxito.

¿De qué trata el "Foro Educativo 2010: El colegio hace memoria y construye futuro"?

Este año hay una orientación del Ministerio que es pensar el Bicentenario, y en el marco de Aprendiendo con el Bicentenario, nosotros hemos construido y pensado este foro, con una reflexión específica hacia el aprendizaje y la enseñanza de las ciencias sociales.

Para abordar ese tema, hemos propuesto a los colegios tres ejes de reflexión: Derechos, Libertad y Convivencia; Memoria, Identidad y Diversidad; y Participación y Democracia.

El marco de estos tres temas debe ser la enseñanza y el aprendizaje de las Ciencias Sociales, a 200 años del grito de independencia. Queremos que sea una discusión abierta, que los estudiantes, padres de familia y profesores nos cuenten sobre estos temas, sobre la libertad, la democracia, sobre la participación, la identidad…Cómo se abordan hoy desde las ciencias sociales y desde otras áreas del conocimiento, que recomendaciones se podrían hacer para mejorar la calidad de la educación.

Entonces, la reflexión va más allá del Bicentenario…

El Bicentenario es un marco para proyectar la reflexión. Mostrar cómo el colegio enseña y practica la democracia desde unos referentes históricos y cómo se debe enseñar para construir una mejor democracia. Un ejemplo puede ser con el tema de la diversidad, cómo el colegio la asume, como se practica la enseñanza y el reconocimiento de la diversidad y qué se debe hacer en los colegios para avanzar sobre este tema, y lo aprecien como una riqueza pedagógica.

¿Qué es lo central durante la reflexiones de los foros?

Lo importante aquí es poder hacer esa reflexión sobre las Ciencias Sociales y generar recomendaciones y pactos concretos sobre los temas que sean relevantes para el colegio.

¿Cómo se van a realizar los foros en los colegios?

Nosotros, desde la SED, hemos propuesto unas rutas, lógicamente cada colegio, dentro de su ejercicio de la autonomía, puede revisar esta ruta y ajustarla, según sus necesidades

En la ruta, lo primero es conformar las instancias de participación, instalar los gobiernos escolares, Consejo directivo, Consejo académico y, bajo el liderazgo del rector, instalar el Foro. El proceso de foro está relacionado con las instancias de participación.

Un segundo tema se refiere a que el colegio y esas instancias de participación seleccionan temas de su interés, problemas, asuntos que quieran reflexionar, en general, inquietudes que tengan entorno a la enseñanza de las ciencias sociales, tomando en cuenta los tres lineamientos ya mencionados.

¿Y el siguiente paso?

El siguiente paso es usar las herramientas de las Ciencias Sociales para empezar a documentar y a reflexionar los problemas. El tema se examina a la luz de unas preguntas desde los tres lineamientos: por ejemplo, desde el eje de participación: qué pasa con la participación de los padres. ¿esa participación de los padres ayudaría a generar unos mejores derechos y libertades en el colegio?.

Desde el segundo eje, de la memoria y la identidad: por qué no se da una participación adecuada de los padres, qué elementos históricos inciden en ello, por qué, si es el caso, no se reconoce la identidad y diversidad de los padres para lograr una adecuada participación. El objetivo sería lograr una participación más efectiva de los padres de familia, que ayude a la gestión del colegio, que aporte verdaderamente a lo que el colegio hace. Esto es solo un ejemplo.

Esta indagación sobre el asunto pasa por las instancias de participación que tiene el colegio. Después se hace el foro institucional como tal, que puede ser una o dos reuniones, donde se presentan esas reflexiones por parte de un grupo de estudiantes, de padres o profesores y se proponen unos acuerdos.

Lo interesante es cómo construimos un acuerdo cómo comunidad educativa y cómo las ciencias sociales y las demás áreas del colegio asumen estos temas.

¿Cuál es la importancia de celebrar estos acuerdos en el marco del foro?

Lo importante de esta reflexión sobre el Bicentenario, es que nos haga pensar cuánto hemos avanzado en temas de democracia, libertades, convivencia pero también cuánto nos hace falta recorrer. Es una reflexión que tiene sus raíces en la historia pero se proyecta hacia el futuro. El pacto es una acción vinculante entre los estamentos de la comunidad educativa, que reconocen entre ellos temas que les interesan y tienen la capacidad de construir un acuerdo común para resolver ese tema.

¿Cómo se propicia la participación de las diferentes instancias, en especial de las distintas representaciones estudiantiles recientemente elegidas?

La primera parte de la ruta es conformar las instancias de participación. La primera instancia de participación es el Concejo Directivo, al cual se vinculan padres, estudiantes y los profesores. Cada uno de ellos tiene sus instancias de participación.

En cuanto a los Consejos estudiantiles, personería y contraloría estudiantiles, la idea es promover entre ellos equipos de trabajo, que participen activamente en el foro e identifiquen sus preocupaciones sobre la convivencia, su relación con el entorno, el reconocimiento de su identidad y condición de joven. Ese podría ser un tema para que revise el colegio y se proponga un pacto.

lunes, 28 de junio de 2010

"Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio". Proverbio hindú.

Bienvenidos al espacio de Historia y Ciencias Políticas del Liceo Colombia, institución educativa miembro de la familia de los Liceos del Ejercito.

Esta página será lugar de encuentro entre estudiantes, profesores y diferentes publicaciones, de tipo literario o audiovisual. Por ende, recomendamos el buen uso de las herramientas brindadas por este espacio.

Un saludo.

Javier Ramírez

"Cuando bebas agua, recuerda la fuente".