miércoles, 30 de junio de 2010

LECTURA 2 GRADO 11°

Acercamiento al concepto de Conflicto

Siendo el tema del conflicto un campo bastante complejo debido al continuo y profundo cambio que cruzan las sociedades contemporáneas, resulta fundamental realizar una comprensión seria y clara a la luz de la teoría y su proximidad con las realidades actuales, en tanto el conflicto constituye un factor determinante en la consolidación y producción de nuevos discursos y prácticas sociales encaminadas a resignificar las relaciones sociales. Para tal fin se hará un acercamiento a algunas definiciones y acercamientos teóricos al concepto de conflicto y su evolución en lo denominado como conflicto armado, revisando posteriormente las formas en que desde las instituciones internacionales se intenta dar solución, a dichos problemas que golpean a la sociedad en diferentes partes del globo.

Hablar de conflicto es enfrentarse con una serie de tendencias epistemológicas de diversa índole que han intentado reconocer las principales características de este fenómeno social, por lo cual, acudiendo a Rodrigo Uprimny, se exponen brevemente las formas en que se ha concebido el conflicto .

Inicialmente se habla del llamado Conflictualismo Autoritario que tiene a Thomas Hobbes como su representante, y el cual dice que la sociedad está atravesada por contradicciones y luchas muy profundas, las cuales poseen un efecto destructor para la humanidad. Entre las características de dicha percepción del conflicto están que a) debe existir un poder supremo que regule los antagonismos entre las partes en disputas, b) existe una profunda lucha por la adquisición de los recursos que entre otras cosas son escasos, c) los seres humanos viven en continua guerra de todos contra todos, d) ha de coexistir un pacto social de sumisión en donde los individuos deben delegar sus derechos a un soberano que ejerce el poder absoluto con el fin de crear estrategias de pacificación y, e) las disputas deben ser reprimidas y castigadas autoritariamente.

En segundo lugar está la Utopía Consensual de Talcott Parsons que maneja como hipótesis el hecho de que la sociedad tiene una predisposición al equilibrio por lo que el conflicto es visto como una anormalidad al interior del sistema social, así que deben construirse mecanismos de regulación de las actividades conflictivas. Sus características son: a) la sociedad es vista como un sistema autorregulado, b) existe el consenso como un mecanismo orientado a fomentar valores de convivencia básicos y, c) el conflicto es catalogado como una patología y una disfunción de la sociedad.

Luego están los enfoques liberales y pluralistas que conciben a la sociedad en términos de armonía y equilibrio en tanto existen mecanismos de ajuste social. Las características de este enfoque son: a) a pesar de la posibilidad de construir acuerdos no se niega las divergencias entre las personas, es decir los conflictos son inmanentes a las relaciones sociales, b) las disputas son vistas como una opción de crear y estimular el progreso de los seres humanos en donde los más aptos son quienes deben triunfar y, c) el conflicto contribuye a la unidad y estabilidad en tanto se corrigen los elementos perjudiciales al sistema en general.

Como cuarto se encuentra el Darwinismo Social, que cuenta con Charles Darwin como su inspirador, y con el cual se parte del carácter conflictivo de la sociedad, en donde las disputas son vistas con buenos ojos ya que contribuye al triunfo de los más adaptados y por ende al progreso social. Sus características son: a) la lucha por la preservación y el cuidado de si mismo promueve el avance y la evolución y, b) las confrontaciones no pueden ser suprimidas ni reguladas, pues ellas son las que permiten identificar a los más aptos para liderar procesos encaminados hacia el progreso y el desarrollo de la sociedad.

Finalmente Uprimny identifica los Conflictualismos Utópicos con Carlos Marx a la cabeza, en donde se entiende que los enfrentamientos constituyen el fundamento de las dinámicas sociales. La característica de esta visión es que se le atribuye a los conflictos una connotación positiva en tanto lo definen como el motor de la historia, ya que permite la superación de los antagonismos de clase y por ende se convierten en el vehiculo para contrarrestar los abusos constituidos por el sistema económico capitalista.

Teoría del conflicto de Rodrigo Uprimny

El marco teórico sobre el cual se afirma Rodrigo Uprimny para desarrollar conceptualmente el conflicto y sus componentes, está cimentado sobre la base de una perspectiva conflictualista de las relaciones sociales, en tanto reconoce la persistencia de las luchas sociales en las dinámicas colectivas de los sujetos, y por ende también las causas que dan origen a este tipo de conductas. Con Uprimny los conflictos se entienden como una posibilidad creativa de transformar el status quo vigente, por relaciones incluyentes y preventivas de las acciones beligerantes de los individuos en sus constantes pretensiones encontradas . Así mismo el conflicto puede interpretarse como una disputa que surge cuando uno o varios actores manifiestan pretensiones encontradas sobre determinados recursos. A partir de la anterior definición podemos afirmar, que en el desarrollo de un conflicto existen unos actores con unos intereses diversos que dificultan la cooperación social .

Las causas que promueven el conflicto son para Uprimny: a) Estructura Mimética de los Deseos; b) la existencia de concepciones ideológicas o culturales inconmensurables; c) la crisis ecológica que tiende a hacer irreal la perspectiva de llegar a un mundo de total abundancia para todos los seres humanos .

Contrario a las posturas autoritarias, la democracia reconoce la inevitabilidad de las disputas y en concordancia con ello busca institucionalizar y legitimar la expresión de los conflictos, pues se parte del principio de que la acumulación constante de tensiones sociales no confrontadas puede llegar a generar fuertes manifestaciones violentas que inevitablemente afectan la institucionalidad del Estado como agente regulador de la violencia legítima. En conclusión, una propuesta democrática parte de una estructura flexible para aceptar, regular y establecer una visión positiva del conflicto y que reduzca al máximo la conversión de las disputas en violencia. “La democracia debe entonces aceptar que la manifestación de los antagonismos tiene efectos globales productivos por cuanto estimulan la creatividad y el cambio en búsqueda de una sociedad mas justa” .

La teoría coactiva de la integración, encabezada por el sociólogo Ralf Dahrendorf, expone la categoría del cambio en la sociedad y la coexistencia de principios contradictorios que promueven las transformaciones, y así mismo la coacción de unos intereses en detrimento de otros; el autor insiste en que el conflicto es producto de las imperfecciones del ser humano y de las incertidumbres en el plano social, es decir; el conflicto es un elemento fundamental para pensar el cambio histórico y la evolución de la sociedad hacia realidades alternativas, lo que parafraseando a Estanislao Zuleta se enunciaría como: la finalidad de una sociedad emancipada y democrática no es eliminar el conflicto sino regularlo productivamente, pues según Estanislao la sustitución de los choques de intereses no contribuye a la construcción de una sana convivencia, por lo que ha de pensarse en la institucionalidad de las disputas a fin de que no degeneren en violencia, y por ende la aceptación de la diversidad sea el común denominador de una propuesta democrática pluralista e integradora.

A manera de conclusión, Uprimny afirma que los antagonismos pueden llegar a materializarse en expresiones violentas o destructivas. Sin embargo la puesta en escena de las disputas no debe ser suprimida sino por el contrario potenciada y regulada con el objetivo de que sea socialmente productiva. En términos de Uprimny se sugiere la conclusión de la siguiente manera: “La paz no es entonces la supresión de los conflictos sino su reconocimiento y encauzamiento, pacifico y creativo”; y según Johan Galtung el uso de la violencia es la expresión de inhabilidad para transformar de forma creativa un conflicto .

Continuando con Galtung, los conflictos se enmarcan a partir de los siguientes conceptos: situaciones, actitudes y comportamientos, las cuales conforman el denominado Triangulo de la conflictividad. Situación se define como los contextos objetivos que generan el antagonismo o la existencia de pretensiones incompatibles; las actitudes tienen que ver esencialmente con las percepciones recíprocas de las dos partes, que pueden verse como potenciales enemigos, o por el contrario pueden tener una visión más amistosa; por ultimo los comportamientos se relacionan con las acciones efectivas de los actores, que pueden ir desde la maledicencia hasta ataques bélicos masivos o, por el contrario, propuestas de acción conjunta para la explotación de los recursos .

Valga la plena aclarar que estos tres aspectos, según Galtung, pueden ser abordados desde su individualidad. Aún así guardan una estrecha relación dialéctica en la evolución y consolidación de un conflicto, por lo tanto su acción real al interior de una disputa puede generar una escalada o agudización del antagonismo, o en el peor de los casos en un ataque directo mediante el uso de la fuerza, y de esta forma se hace mucho más problemática la búsqueda de una solución negociada que garantice unos mínimos a las partes encontradas.

El triángulo analítico propuesto por Galtung supone pues la complejidad de los antagonismos entre dos o mas actores, tanto por las dimensiones que lo componen (situación, actitud, comportamientos) como por la interrelación constante entre estos tres elementos que en sí mismos instituyen diferencias profundas. Uprimny señala que es fundamental conocer de manera sistemática y ordenada la interacción de las dimensiones que conforman el conflicto puesto que con esto se garantiza, en primer lugar, evitar una cierta ingenuidad en el análisis de las disputas e insistir en la importancia de diseñar estrategias integrales para manejar y transformar los conflictos complejos y violentos. Finalmente se deben tener en cuenta elementos teóricos-metodológicos para comprender su desarrollo dinámico.

Toda esta teorización, recuerda Uprimny, tiene un componente parcial y relativo en tanto determinadas estrategias pueden ser exitosas en un contexto específico, pero no para todas las realidades y complejidades que demanda un choque de intereses. Es por ello que pensar en estrategias integrales para regular adecuadamente los conflictos, representa un reto que ha de pasar por identificar las causas objetivas que refuerzan la efervescencia colectiva, en función de la defensa de sus intereses y la no aceptación de motivaciones opuestas que están fuertemente arraigadas a las expresiones del conflicto armado.

Ahora bien, frente a esta demanda tan exigente de proponer manejos integrales de las disputas en concordancia con las tres dimensiones del conflicto propuestas por Galtung, Uprimny teoriza y pone sobre el estudio la estrategia de las Tres Erres: Resolución, Reconstrucción y Reconciliación, como una alternativa para hacer del conflicto un espacio transformativo y creativo con miras a alcanzar acuerdos comunes en la resolución de las divergencias.

Christopher Mitchells propone la siguiente periodización para interpretar las dinámicas, fases y procesos de una disputa :

 Existencia de metas incompatibles – Ausencia de conflicto por aislamiento o cooperación.
 Reconocimiento de las metas incompatibles – Conflicto incipiente
 Comportamiento conflictivo para alcanzar las metas – Conflicto manifiesto – Conflicto suprimido.

En la primera fase expuesta, las partes encontradas cooperan y tiene proyectos comunes; por consiguiente no existe litigio formalmente constituido y en muchos casos los actores no son concientes de las pretensiones que pueden generar diferencias, por lo tanto en el mediano y largo plazo es posible que surjan inconvenientes una vez los actores en conflicto interioricen la situación problema. A esta segunda fase del conflicto se le denomina incipiente según Christopher. Una vez las partes reconocen las pretensiones encontradas, el conflicto es latente. Si las partes llevan a cabo comportamientos concretos de acción, el conflicto es pues abierto o manifiesto; finalmente cuando las pretensiones son resueltas independientemente de los motivos que la causaron, el conflicto es suprimido.

La periodización en la comprensión de un conflicto resulta importante, ya que la evolución del conflicto puede modificar sustancialmente los intereses que generaron la disputa originaria. Es decir: está la tendencia a que las pretensiones se amplíen e incluyan a otros actores y por ende que la intensidad de los problemas se intensifiquen notablemente. Galtung por su parte propone otra temporalidad de los conflictos, y sugiere comprenderlos a partir de su situación: antes de la violencia, durante la violencia y después que cese la violencia, en tanto la intervención y mediación hacia la búsqueda de salidas negociadas al conflicto en cada fase adquiere connotaciones diferentes.

Uprimny hace referencia al término escalada, con el cual hace referencia principalmente a aquellos conflictos que tienden a aumentar su intensidad, y que por esta misma razón pueden confluir en prácticas coercitivas. La escalada también visibiliza la forma en que los actores en conflicto se asumen alrededor de la búsqueda para satisfacer sus propios intereses y la valorización de los recursos empleados para lograr determinados fines. La preocupación que surge frente a la materialización de la escalada en un conflicto esta directamente ligada a las limitantes que genera, en tanto promueve la agresividad y deteriora seriamente las alternativas de resolución de las disputas. Uprimny advierte la posibilidad de que a partir de la presencia de la escalada se desarrollen interpretaciones erróneas del adversario y así se fortalezcan unas conductas orientadas al resentimiento, el odio o la intolerancia que desfavorecen significativamente unas relaciones de alteridad, fundadas en el respeto y reconocimiento de la diversidad.

Conjuntamente con la escalada Uprimny analiza los costos del conflicto como un factor a tener en consideración a la hora de evaluar una disputa y sus respectivas consecuencias, en relación con los motivos originales que dieron pasó a la formación del choque de intereses. Unido a lo anterior, es de vital importancia no dejar pasar por alto el contexto histórico de la confrontación, preguntarse por las situaciones causales de las diferencias existentes, indagar respecto a las razones que permean los intereses para darle continuidad al conflicto y complejizar su dinámica.

Las fases del escalamiento son: a) Discusión: los actores tienen desacuerdos pero mantienen canales de comunicación, las percepciones del otro son adecuadas, y mantiene confianza en encontrar, por medio de la negociación, un arreglo que sea satisfactorio para ambos (relaciones de cooperación); b) Polarización: las partes se distancian, el respeto disminuye, las percepciones se distorsionan y cada uno de los actores tiende a tener una visión estereotipada del otro, a quien ve como un competidor poco confiable. Se pasa de un modelo de negociación cooperativa a uno de negociación competitiva o distributiva; b) Segregación: las partes solo se comunican para amenazarse, la hostilidad crece, y el conflicto tiende a plantearse como una lucha entre buenos y malos, pues los actores se ven como enemigos.

Teoría del conflicto de Vicenç Fisas

Luego de dicho acercamiento al concepto de conflicto desde la postura de Rodrigo Uprimny, ubicaremos los postulados de Vicenç Fisas y a partir de estos abordaremos metodológicamente el conflicto kosovar y la intervención de las Naciones Unidas en él. Así, por conflicto se entenderá cualquier proceso interactivo en un contexto determinado de antagonismo o incompatibilidad, diferente de la violencia en tanto el conflicto puede ser de carácter positivo o negativo según sea tratado, y que además afecta a las partes involucradas en sus actitudes y comportamientos .

El conflicto se diferencia de la violencia puesto que ésta se puede definir como el uso o amenaza de uso de la fuerza o de alguna potencialidad buscando de esta forma que aquella persona o colectividad sobre la cual se ejerce, haga o deje de hacer lo de de otra forma no haría o continuaría haciendo según sea el caso, o simplemente con la intención de hacer mal . Para Adela Cortina la violencia, aparte de tener como objetivo hacer daño o direccionar algún comportamiento, también tiene un carácter de transmisor de un mensaje en último recurso .

En consecuencia, la violencia puede ser una forma de abordar los conflictos, acudiendo al daño físico –inmovilizar, herir o matar –, al daño psíquico –contra la capacidad mental y emocional –, al daño estructural –siendo una forma indirecta que está anclada en las estructuras sociales –, y al daño cultural –legitimador de abusos – . De esta manera, la guerra como forma de “regular” un conflicto es para Fisas el uso de la violencia a gran escala.

Sin embargo, y pese a que el término de guerra resulta acorde a los hechos ocurridos en la región de los Balcanes que son parte fundamental del presente estudio, el presente trabajo se ceñirá a otro concepto que resulta de mayor cabida al caso. Así, más que guerra, se denominará a tal fenómeno conflicto armado, entendido este como un enfrentamiento entre grupos de diversa índole que por medio de diferentes armas o medios de destrucción, provocan más de cien victimas en un año . Antonio José Rengifo y Humberto Vergara Portela explican el conflicto armado desde la posición del DIH:

La estructura del DIH se levanta sobre dos tipos de conflictos armados: el internacional y el conflicto armado no internacional o interno. Existe conflicto armado interno cuando se dan tres condiciones: hostilidades abiertas en el territorio de un Estado, estas hostilidades se dan entre fuerzas armadas o grupos armados dotados de un mando responsable con un mínimo de organización y las acciones hostiles presentan un carácter colectivo. (…) Desafiando esa caracterización, algunos conflictos armados internos alcanzan un grado de internacionalización cuando se produce la intervención de uno o más terceros Estados que apoyan al gobierno, a las facciones rebeldes o a los grupos armados .

Un conflicto armado lleva a su vez a situaciones de tensión, es decir, polarización social y política con enfrentamientos entre grupos, lo cual altera el funcionamiento del Estado y que deriva en altos índices de destrucción, miedo, muertes y desplazamientos forzados .

Ahora bien, a la hora de entender los conflictos armados hay que hacer una serie de salvedades que permiten una clasificación de los mismos y de tal manera encontrar aquellas tipificaciones que permitan entender y abordar el caso kosovar. Estas salvedades varían en su tipo. Así, pueden ser aclaraciones de tipo histórico, es decir, de la manera en que se deben entender tales conflictos según el momento en el que ocurren; aclaraciones de orientación, en tanto cada conflicto tiene una motivación, lo cual obliga a hacer claridad al respecto; aclaraciones de procedimiento, puesto que de igual manera que cada conflicto se orienta de una u otra forma, su desarrollo es igualmente particular y, en gran medida clasificable por tipo.

En las aclaraciones de tipo histórico encontramos que durante la Guerra Fría los conflictos armados de mayor relevancia respondían a la política de contención practicada por parte de Estados Unidos y al expansionismo de la Unión Soviética, ambos en busca de consolidar sus ideologías y de sentar posiciones estratégicas. De la Guerra Fría encontramos análisis como el de Carlos Alberto Patiño Villa, quien describe este extenso periodo del siglo XX como la disputa y, a su vez, cooperación entre Estados Unidos y Unión Soviética. La Guerra Fría, dice Patiño, es entendida como el enfrentamiento entre el liberalismo y el socialismo, pero se caracterizó por el realismo bipolar que significó simplicidad a la hora de ejercer el liderazgo por parte de cada una de las dos superpotencias enfrentadas, lo que generó gran estabilidad en cada bloque, afianzado además por el control del armamento nuclear a manos de las dos potencias y, como complemento de lo anteriormente dicho, la confrontación indirecta por medio de terceras fuerzas .

Por supuesto que el final de la Guerra Fría traería consigo una serie de cambios respecto al desarrollo de los conflictos armados. O mejor, más que los cambios en los motivos de los conflictos, lo que cambió fue la mirada sobre los mismos, primero al desactivarse la gran mayoría de mecanismos de tensión relacionados con la disputa geopolítica de las dos grandes potencias, y segundo, al hacerse notorias tensiones que la misma Guerra Fría había logrado invisibilizar. Esto explica que desde los años noventas los conflictos armados cambien sus características en tanto ahora la gran mayoría son de tipo intraestatal y ya no entre estados. Según datos de Fisas, entre 1989 y 2002 se contabilizaron 116 conflictos armados en el mundo, de los cuales el 94% han sido de tipo intraestatal y el restante 4% entre estados, y de esos 116, el 42% tenían mas de 20 años de antigüedad .

Vicenç Fisas analiza el fin de siglo y dice que con las características más relevantes a su parecer, es decir, con la globalización económica y la fragmentación geopolítica, se comienza una búsqueda de autonomía y afirmación de aquellas identidades que se han visto amenazadas o subvaloradas. Las transformaciones más importantes que Fisas encuentra en el final del siglo XX en el plano internacional refieren a un sistema mundial que ha pasado de lo diplomático y estratégico a lo económico, lo científico y lo técnico, viéndose un mundo profundamente fragmentado, heterogéneo y complejo, sin una estructuración o integración a nivel político . Los conflictos, asegura Fisas, se ven afectados por tales circunstancias y ahondados por los problemas de concentración de la riqueza que hacen que algunos estados vivan de la caridad internacional o de la asistencia social .

Uno de los grandes problemas en todo conflicto armado es el de las víctimas civiles que se ven involucradas en los enfrentamientos. Para la época de la posguerra fría las principales víctimas de los conflictos han sido de la población civil. Los conflictos internos producen una masa enorme de desplazados y refugiados, difíciles de gestionar por parte de los estados, las instituciones supraestatales y las ONGs debido a su magnitud .

Ahora bien, siguiendo con las aclaraciones de orientación y luego del contexto histórico anteriormente referenciado, se puede decir que en la década del noventa afloraron conflictos de carácter étnico, confesional y social que si bien ya eran existentes, con los procesos de descolonización y de distanciamiento con las grandes potencias, se exacerbaron. La posguerra fría muestra una disminución considerable de las guerras, aunque los conflictos menores o intermedios siguieron imperando. Dice Fisas que los nuevos conflictos llevan en gran numero una carga identitaria muy fuerte. El telón de fondo que impulsa los nuevos conflictos es, en el más de los casos, el debate sobre la autonomía, cuando no de la independencia.

Para ubicar teóricamente, se dirá que los conflictos son ahora mayormente de carácter local, caracterizados por la influencia determinante de los factores internos y donde la fragmentación, es decir, la aparición de nuevos estados en busca de su identidad y su reconocimiento, es determinante . A esto se le suma la definición de conflicto étnico, entendido como la expresión de la lucha por la identidad y la seguridad en comunidades que se encuentran divididas por fronteras artificiales o que viven en espacios geográficos donde son minoría. Estos conflictos esconden guerras civiles asociadas a crisis económicas, al debilitamiento del Estado, al aumento de tensiones ecológicas, a la inseguridad alimentaria, la pérdida de libertades políticas, entre otros factores promotores del alzamiento en armas.

A estos conflictos se han aplicado ayudas humanitarias, las cuales son para el autor opio político para gestionar conflictos sin compromisos políticos reales . Además existe un serio problema debido a las condiciones manipulables de las poblaciones que habitan las zonas de conflicto étnico por parte de lideres populistas y demagogos, apoyados por algunos países industrializados interesados en el devenir de los conflictos .

Siguiendo con Fisas, encontramos una serie de referencias documentales sobre los conflictos de identidad. Comenzando se encuentra el Project Ploughshares que asegura que el 40% de los conflictos en los últimos años se han dado por la formación de nuevos Estados dentro de otros, que luchan por lograr una mayor autonomía o una secesión. Así, la etnicidad, la identidad comunitaria y la religión juegan un papel de suma relevancia en dichos conflictos . Por otra parte, Mohamed Sahnoun dice que tales crisis se producen por el fracaso de los Estados a la hora de integrar las diferencias étnicas o religiosas al momento de su creación. Esto lo que demuestra es la ausencia de unificación nacional y de liderazgo claro .

Las formas de abordar los conflictos anteriormente referenciados se encuentran expresadas en los trabajos del profesor Fisas, de tal manera que se recurrirá a sus aportes para entender las medidas que se asumen para resolver los enfrentamientos. Citando a Luc Reychler, Fisas nos dice que lo primero para entender un conflicto armado debe ser un diagnóstico, que tendría los siguientes elementos: a) actores involucrados; b) litigios; c) estructura de oportunidad de solución; d) interacción estratégica; e) dinámica del conflicto.

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